Es la materia prima fundamental de nuestro aceite de oliva virgen extra, la Manzanilla Cacereña. Nuestro oro líquido monovarietal procede exclusivamente de esta variedad de aceituna autóctona cultivada principalmente en el norte de Extremadura, en las comarcas de Sierra de Gata y Hurdes. La aceituna Manzanilla Cacereña confiere a nuestros vírgenes extra una excelente calidad, diferenciándolos de otras variedades (frutados excelentes y mayor resistencia a la oxidación).
La Manzanilla Cacereña es recolectada en su estado óptimo de maduración directamente del árbol mediante “ordeño” (a mano) y procedimientos mecánicos, para que la aceituna no resulte dañada y el AOVE obtenido sea de excelente calidad.
El transporte se realiza en en cajas de plástico perforadas o a granel, cumpliendo las condiciones higiénicas y sanitarias exigidas por Ley.
Los técnicos realizan una primera inspección visual del fruto Manzanilla Cacereña, examinando la calidad y maduración de la aceituna, clasificándola según cualidades.
Nuestro maestro de almazara controla minuciosamente todas las fases para que se vea reflejada en la calidad de nuestros AOVEs.
La conservación de nuestro aceite de oliva virgen extra 100% Manzanilla Cacereña se realiza en nuestra bodega de depósitos de acero inoxidable y temperatura controlada.
Disponemos de dos líneas de envasado que permiten una gran flexibilidad de formatos y tamaños, tanto en vidrio como lata, adaptándonos a cualquier tipo de botella y capacidad.